Punto Gay Magazine

El chemsex y el VIH: el fenómeno en aumento que pone en alerta a los sistemas de salud

El chemsex se está convirtiendo en una de las causas más preocupantes en cuestión de salud pública para la comunidad LGTBIQ+.
patek-philippe rolex watches

El chemsex, entendido como el consumo de drogas con fines sexuales en sesiones prolongadas que pueden durar horas o incluso días, se está consolidando como una práctica preocupante en Panamá, especialmente dentro de la comunidad de hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH). Este fenómeno plantea un gran desafío para la salud pública debido a su impacto directo en la transmisión de VIH, otras infecciones de transmisión sexual (ITS) y en la salud mental de quienes lo practican.
replica breitling watches

Chemsex y el Riesgo de Infección por VIH en Panamá

En Europa, datos como los de la encuesta EMIS 2017 indicaron que el 14% de los HSH recurrieron a drogas para intensificar o prolongar sus encuentros sexuales, un patrón que también se refleja en regiones de América Latina, incluyendo Panamá. Según especialistas locales, el aumento de las prácticas sexuales asociadas al chemsex está relacionado con el incremento de infecciones por VIH y otras ITS como la sífilis y la gonorrea.buy omega replica watches

Aunque no existen cifras nacionales precisas, organizaciones panameñas que trabajan con la comunidad LGBTQ+ han alertado sobre la creciente incidencia del chemsex y su relación con nuevas infecciones por VIH, especialmente en zonas urbanas como San Miguelito. En el contexto global, el Congreso de la Sociedad Clínica Europea de Sida (EACS) destaca que un 29% de las personas con VIH en la comunidad LGBTQ+ participan en prácticas de chemsex, lo que complica aún más los esfuerzos de prevención y tratamiento.replica cartier watches

Impacto en la Salud Mental y la Adicción

Más allá del riesgo de transmisión de ITS, el chemsex está vinculado al uso de sustancias como la cocaína, popper y las metanfetaminas, que tienen un alto potencial adictivo y deterioran la salud mental. En Panamá, donde el acceso a servicios de salud mental es limitado para muchas personas de la comunidad LGBTQ+, el chemsex amplifica problemas preexistentes como la ansiedad, la depresión y el aislamiento social.

Las experiencias de usuarios locales revelan que el chemsex no solo es un catalizador de problemas psicológicos, sino que a menudo actúa como un mecanismo de escape para quienes ya enfrentan trastornos emocionales. Esto subraya la urgencia de adoptar un enfoque integral que aborde tanto la salud física como el bienestar mental de los participantes.

Estrategias de Prevención y Atención en Panamá

En Panamá, la detección temprana de prácticas de chemsex puede ofrecer información valiosa para los equipos médicos y comunitarios, ayudándoles a diseñar estrategias de intervención más efectivas. Es crucial establecer un enfoque libre de prejuicios, centrado en:

  1. Capacitación de los profesionales de salud para identificar a tiempo los casos relacionados con el chemsex y brindar atención empática.
  2. Desarrollo de campañas informativas enfocadas en reducir el estigma y promover prácticas sexuales más seguras.
  3. Creación de espacios de confianza, donde las personas puedan hablar abiertamente sobre sus experiencias y recibir el apoyo necesario.

Plataformas como Probidsida, que ofrecen información precisa sobre el VIH, sirven como ejemplo de cómo acercar recursos útiles a las comunidades afectadas.

El chemsex es un desafío creciente que requiere una respuesta coordinada entre los sistemas de salud, las redes comunitarias y las políticas públicas en Panamá. La combinación de diagnóstico precoz, atención empática y educación adecuada es esencial para reducir el impacto de esta práctica.

La lucha contra el chemsex no solo es una cuestión de salud, sino también de dignidad y derechos humanos. Apostar por la prevención, la inclusión y el apoyo es clave para proteger la salud y el bienestar de todas las personas afectadas.

PG:

Comparte este articulo: